“Las personas que viven con esquizofrenia suelen sufrir estigmatización, discriminación y violación de sus derechos humanos, tanto en instituciones de salud mental como en las comunidades. Esto puede limitar el acceso a la atención sanitaria general, la educación, la vivienda y el empleo”.
La esquizofrenia es una alteración en el funcionamiento cerebral.
“Es un trastorno mental grave caracterizado por: distorsión del pensamiento, percepciones y emociones, así como del lenguaje, la conciencia propia y la conducta. Algunas de las experiencias más frecuentes son las alucinaciones (oír voces o ver cosas inexistentes) y los delirios (creencias erróneas y persistentes)”.
En general, la esquizofrenia se asocia a una discapacidad considerable y puede afectar al desempeño educativo y laboral. En México, se estima que viven con esquizofrenia, más de un millón de personas.
Quitando estigmas de violencia
“Uno de los mitos más arraigados hacia la persona con esquizofrenia es que puede ser violenta y agresiva. La realidad es que el tratamiento adecuado y llevado con disciplina, brinda al paciente la posibilidad de estabilizarse y tener una vida casi normal”.
Las personas que padecen esquizofrenia necesitan recibir tratamiento durante toda la vida. Normalmente, el paciente requiere de una combinación de tratamientos farmacológicos, en este caso antipsicóticos, y también psicoterapia. “Cuanto antes reciba tratamiento, mayores serán las posibilidades de que responda bien y pueda recuperar sus niveles de funcionalidad anteriores”.
El tratamiento sólo puede funcionar si se cumple como lo indica el profesional de la salud. Interrumpir o tomar de modo irregular el tratamiento farmacológico aumenta el riesgo de sufrir recaídas. La mayoría de los pacientes (8 de cada 10) presentará una recaída de la enfermedad entre los 6 meses y 2 años tras abandonar la mediación antipsicótica.
“Las consecuencias de las recaídas en la esquizofrenia pueden ser bastante serias: falta de independencia, pérdida de control y pérdida de capacidades. Además, las recaídas sucesivas suelen ser cada vez más graves y precisan más tiempo para su mejoría. Por este motivo, en los últimos años los nuevos enfoques científicos se han centrado en el desarrollo de formas de acción más prolongada para los antipsicóticos atípicos. El objetivo consiste en lograr que el tratamiento sea fácil de seguir y más cómodo para los pacientes”.
El médico psiquiatra debe hacer hincapié en que “es importante que los familiares y cuidadores intenten incorporar al paciente a actividades sociales que le hagan salir de casa, animarle a disfrutar de sus pasatiempos y de su círculo de amigos. Recordemos que la persona con esquizofrenia no es agresiva cuando cumple adecuadamente su medicación. No hay motivo para sentir temor hacia ellos y hacerlos víctimas del aislamiento y la discriminación”.
Ante COVID-19 la depresión se ha exacerbado
Como resultado de la contingencia sanitaria derivada de la pandemia por COVID-19, nos enfrentaremos a una de las mayores crisis de salud mental de las que se tenga conocimiento en la historia.
“Factores como el confinamiento, la falta de convivencia personal con familiares y amigos, miedo e incertidumbre, la pérdida de seres queridos, el empleo y la propia salud, han llevado a numerosas familias y personas a la catástrofe financiera y emocional.”
En México, de acuerdo con la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos (ENCOVID-19), 27.3% de las personas mayores de 18 años han presentado síntomas depresivos y 32.4% síntomas severos de ansiedad.